miércoles, 12 de mayo de 2010

Columna de Música: Eric Clapton

Mi filosofía sobre hacer música es poder reducir todo en una sola nota si esa nota es tocada con el verdadero sentido de sinceridad." Dijo ésto sin saber que por lograr lo que decía sería recordado. Hablo de Eric Clapton.
Inglés, nacido en el 45, ha dejado marcas en lo que a la guitarra de rock se refiere. Para muchos, sus inicios fueron el punto más alto de su carrera, siendo el guitarrista de los Yardbirds primero, pero sobre todo cuando formó parte de Cream. Si nuestra cabeza permite que nos situemos por unos minutos en el año 67, estando los Beatles y los Rolling Stones en su mejor momento, con un Jimi Hendrix que volaba cabezas con su guitarra, Cream saca uno de los discos que marcaron un antes y un después en el rock: Disraeli Gears. Esta placa es la que da el puntapié inicial al rock progresivo que se pudo escuchar años más tarde, con una perfecta mezcla entre el blues, el rock y la psicodelia, todo eso aportado por el nuevo "bluesman blanco" llamado Eric Clapton. Extraemos de este disco, repito, editado en el año 1967, su track número 7 llamado She Walks Like A Bearded Rainbow.

Difícil es superarse luego de hacer algo tan grande. Cream no duró mucho más pero Clapton ya era Clapton. Pasó por algunos otros grupos demostrando que lo que había sucedido en Cream no era casualidad. Tanto con Blind Faith, pero sobre todo con Derek & The Dominoes dejó bien en claro que las ideas de Cream estaban bien vinculadas con su manera de hacer música.
Relacionado desde sus inicios con el blues, supo escaparse de ese lugar y llevar quizá el concepto primitivo de este género hacia otro lugar. Muchas veces, menos es más, y Clapton supo imponer esa idea por donde haya pasado.
Nos trasladamos al año 1970, con Derek & The Dominoes, del disco Layla and Other Assorted Love, Layla.

Editó decenas de discos, entre los solistas y los que hizo con algún grupo, participó en diversas bandas sonoras, como en "El mundo según Wayne" o "Volver al futuro", creó algunos riffs inolvidables y canciones que todos los guitarristas quieren tocar.
Lo último que ha hecho no es de lo mejor, quizá para los fanáticos sigue siendo bueno. Pero no todo lo que se haga tiene que ser extraordinario. Desde mi punto de vista, lo que hizo Clapton en aquella época fue muy valioso, y sigue siendo un referente para los guitarristas actuales.
"Slowhand" o "Mano lenta" quedará en la historia del rock como un guitarrista que rompió con ciertos esquemas y que demostró que el buen gusto y el criterio también tienen lugar en el rock.
Nos vamos escuchando uno de sus clásicos, del disco "Slow Hand" del año 1977, Cocaine.
Ariel Zarranz

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