viernes, 19 de junio de 2009

Música del último programa

Acá queda el registro:

1- Even Flown (Pearl Jam)
2- Guaranteed (Eddie Vedder)
3- Jigsaw Falling Into Place (Radiohead)
4- Harrodown Hill (Thom Yorke)
5- Black Hole Sun (Soundgarden)
6- You Know My Name (Chris Cornell)

Luego de las noticicas de Mario Favole:
7- Lust For Life (Iggy Pop)

Luego de la nota con Mariano Fernández (Cantante de Me Darás Mil Hijos):
8- Fusil (Me Darás Mil Hijos)

Editorial Apertura 17-06

Infinidad de autores reclaman exclusividad para formular la siguiente afirmación: la sociedad actual es narcisista, sus individuos son narcisistas, usted y yo, todos, somos narcisistas. Generalmente, no se dice nada más. Como si con la sentencia y una breve explicación del narcisismo alcanzara. Miles, centenares de libros dedicados a informar nuestra condición patológica y ninguna terapia más que ser agradecidos.
Resulta fácil proponer al oyente que su imagen no lo es todo, que usted no es el centro del universo, que sus deseos no pueden ser infinitos, etc. Sin embargo surgen algunas preguntas: ¿Es posible que esa descripción esconda algo más? ¿No será que estamos tan curtidos que no nos conformamos con lo mismo de siempre y que al no poseer un marco filosófico, que de respuestas a los problemas actuales, nos ocupamos sólo de nuestra imagen? ¿Puede ser que la profundidad de la problemática actual sea de tal de magnitud que no se resuelve apelando a verdades reveladas o teorías antiguas?
Tal vez el inconformismo se demuestra en la obsesión por la imagen y el aspecto. Quizás la carencia de causas mayores y generales nos empuja a elevar nuestro yo al centro del universo. Alguien decía que si una zanahoria tuviera conciencia de sí pensaría que el mundo esta sólo para ella, ¡y tendría razón! El mundo, en tanto símbolo y significado, solo puede “vivir” cuando una conciencia se "apropia" de él.
Todos sabemos que la sociedad actual margina a muchos, aun cuando contamos con los recursos necesarios para que eso no suceda. La ciencia y la tecnología no están al servicio del hombre. Algunos creen que mostrarse insatisfechos hace que, indirectamente, la ciencia ocupe el lugar que debe ocupar. Es decir, trabajar constantemente para complacernos. De cualquier modo, algo es seguro: quienes afirman nuestra patología en realidad nos desprecian y nos subestiman. Pretenden que creamos en que sólo estamos interesados en banalidades. ¡Cómo si los hombres sólo podemos pensar en culos y las mujeres sólo en mostrarlo y tenerlo bonito! No señores, pedimos más y mejor imaginación para que piensen y construyan una nueva filosofía que resuelva los conflictos actuales.
Mientras tanto, seguiremos insistiendo en mostrarnos constantemente insatisfechos y pediremos nuevos modelos de celulares y camperas a la moda. Sabemos que están llegando a un límite. Dentro de poco no podrán contentarnos, ni siquiera por un instante. Tengan cuidado, en ese momento tomaremos al mundo con nuestras manos para sacudirlo y dejarlo como corresponde. El narcisismo social es, en realidad, una nueva teoría revolucionaria.