Antes de comenzar vale la siguiente aclaración: el nombre de Juan se debe a que el autor se identifica mejor con su costado masculino. En ningún caso persigue inclinaciones machistas.
Juan necesita llevar sus documentos a donde quiera que vaya. La causa no es su aspecto, sabemos de algunas personas que por no comulgar con la belleza social son detenidas a cada paso por las fuerzas de seguridad, con el fin de demostrar ser personas de trabajo aún cuando todos ven en su cara una amenaza. Decíamos entonces, necesita llevar sus documentos para saber a cada paso quién es él y qué es lo que desea. Infinidad de sabios han reprochado tal actitud, al punto de declarar que su patología es doble personalidad. Sin embargo parecen olvidar que la vida, muchas veces, nos plantea dilemas o problemas que no estaban contemplados en nuestros planes. Nuevamente los doctores de la conciencia general perciben que negar decisiones circunstanciales evita nuestra naturaleza. Cosa rara si las hay, la conciencia del ser humano es justamente no dejarse llevar solo por sus impulsos. La advertencia es obvia, no se trata de ser absolutamente racional, sí de ser consecuentes con nosotros mismo. Ese es el deseo de Juan. Cuando algo nuevo surge, mira su documento, confirma su identidad y su voluntad y, entonces sí, libremente elige. Explica que ser auténtico es también ser prevenido. ¿Pero a qué?. Aquí comienza nuestra apertura. Las tentaciones están a la orden del día. Desprevenido oyente, el mundo se transformó en una feria ambulante donde los impulsos son acechados por infinitas tentaciones. De cualquier índole, color, forma o precio. El sexo, el amor, los bienes, etc.
Es preciso recordar un poco las características más solicitadas en el mercado. Ser soltero o casado y un poco buitre; tener alguna tendencia homosexual o ser mujer independiente (las tortas engordan); joven de 25 a 40 años o más, siempre que tenga un buen pasar económico. Pero no todo es así, si usted no posee ninguna de las anteriores características existen millones de alternativas listas para que disfrute de la vida lo más natural posible.
El estado de naturaleza en el hombre fue discutido de muchas formas, desde los pactos constitutivos de la sociedad hasta el buen salvaje. Todos fueron abordados desde una perspectiva moderna, occidental y cristiana. Sin embargo, ninguna de las opciones pudieron advertir que, tal vez, el estado natural del hombre no se parezca a nada placentero según los parámetros psicológicos actuales. En una de esas, formar una pareja estable requiera de un simple ritual, ver el documento de identidad cada vez que alguien nos ofrece satisfacer los deseos inmediatos. El mercado ofrece consuelo a las actitudes más animales del ser humano, pero si usted ya olvidó la vida de caza y recolección eleve su mirada de ese culo impactante. Puede estar perdiéndose algo un poquito más importante.
