viernes, 3 de abril de 2009

Decisiones apresuradas

El olimpo era la morada de los dioses griegos que acompañaron a esa civilización durante toda su existencia, interviniendo como corresponde a cualquier Dios en los asuntos más mundanos. Pero, ante el declive final de la Grecia clásica, los dioses comenzaron a buscar un nuevo pueblo a quien servir y de quien servirse. Durante siglos evaluaron diversas culturas hasta que, exhaustos dicen los escépticos, encontraron en estas tierras un lugar disponible. Por el año 1880 en nuestro país, se consolidaba definitivamente el Estado y empieza la búsqueda del reconocimiento internacional. Como quien dice, la necesidad de unos resolvía la necesidad de los otros. Los dioses, que de esto saben bastante, observaron en esa situación un mensaje divino. Sin embargo algunos críticos nacionales objetaron, al posible pacto, que si realmente se trataba de un mensaje divino se debían tomar precauciones porque esta señal provenía justamente de ellos. El presidente argentino de ese momento tomó nota de éste posible inconveniente y negocio con los dioses: a cambio de un mercado cautivo (nuestro pueblo) les propuso que aceptaran determinados personajes nacionales en su morada. Las negociaciones estuvieron a punto de romperse varias veces, según consta en los diarios de la época, pero finalmente llegaron a un acuerdo. Los dioses griegos se mudaron a Coronel Díaz y Las Heras.
El convenio final les daba a los dioses enormes prerrogativas ante el pueblo argentino (Ej.: hacerles creer que toda va bien y, de un día para otro, disparar crisis insospechadas como en 1890, 1905, 1930, 1955, 1966, 1976, 1982, etc.). Sin embargo, permitía que el presidente eligiera a algunos conciudadanos para formar parte del olimpo y, de esa manera, contrarrestar un poco la influencia de dioses extranjeros totalmente desvergonzados en sus actos debido al poco cariño que tenían por sus nuevos devotos. La religión es un tema delicado y poseer representantes propios fue elogiado por todos. La figura legal que se utilizó para que simples mortales formaran parte de dicho club fue la de héroe. Concepto que no era ajeno ni desconocido por los dioses.
El problema llegó cuando el presidente de turno tuvo que escoger a los representantes nacionales dada la escaséz de historia propia y la fecha límite de presentación, lo cual conspiró contra una elección que se pretendía meticulosa. Por suerte el presidente en cuestión contó con la ayuda de otro ex mandatario. Se ocuparon los puestos imprescindibles y se dejaron vacantes, para futuras generaciones, algunos puestos. La idea fue que el desarrollo de la historia traería mejores candidatos a ocupar semejante lugar, la posibilidad de presentar nuevas solicitudes quedó en manos del mismo pueblo. ¡Qué más democracia para un pueblo que elegir a sus propios dioses!Como imaginarán, el pedido más urgente y aclamado fue por Diego Maradona, el cual se suponía vetado. Pero, luego de la goleada ante Bolivia, comenzaron las sospechas de una nueva intervención divina. El razonamiento de quienes pretenden descubrir la mano de los dioses en este asunto es que cuando todo parece ir bien sucede lo inesperado, los dioses siempre actúan igual, por lo tanto Maradona ya es un dios.
El motivo de este relato no es llevarles a ustedes un mero resúmen histórico, todos ya conocen la historia de nuestro país. Más bien, desea alertar a la ciudadanía del riesgo que provoca postular a alguien a ocupar un lugar en el olimpo, sin un debido proceso de deliberación. En los últimos días, al igual que en los tiempos de negociación con los dioses, los medios de comunicación insisten en afirmar que las puertas del olimpo se abrieron nuevamente para recibir a otro héroe. La historia demuestra conveniente el debate sobre la vida y obra del personaje en cuestión, para saber a ciencia cierta si cumple con todos los requisitos necesarios para semejante función. De esa manera se logrará el consenso anhelado y no, como parece suceder ahora, cuando el consenso se impone sin dejar lugar al tiempo ni al debate oportuno. Quedan pocos lugares en el olimpo nacional, tal vez sea prudente evitar decisiones apresuradas.