miércoles, 12 de mayo de 2010

Columna de Actualidad: Grecia también existe

Esta vez viajamos a Grecia. Como todos saben, está sufriendo una crisis económica que puede derivar en la primer declaración de cesación de pagos de la EURO zona. Sin embargo, lo trascendente de la noticia no es un posible contagio de la crisis en nuestro país. Más bien, ver como determinadas ideas, que ya demostraron su ineficacia, siguen dando vueltas por el mundo sin pedir disculpas.
¿Pero cómo comenzó? “La entrada de los países más atrasados al bloque regional europeo les generó un shock de consumo y alza de precios, que redujo competitividad, con la imposibilidad de devaluar. Esta situación provoca: alto déficit, endeudamiento y bajos niveles de crecimiento. Por eso, ésta no es una segunda etapa de la crisis iniciada en EEUU, más bien aquella desnudó la crisis del EURO que tiene otra naturaleza” (Ramiro Castiñeira – Página 12 “La crisis del euro”). Voy a tomar diferentes artículos periodísticos de los diarios La Nación y Página 12 para ver las diferencias editoriales. En Página 12 vemos que el foco está puesto en relatar cómo surge y se profundiza la crisis; en cambio, en La Nación, se ocupan de los parecidos con la crisis Argentina del 2001 sin ahondar en detalles sobre qué tipo de políticas fueron la causa.
Cuando se unieron a la EURO zona países más atrasados, sobre todo de Europa Oriental, se desató una carrera de especulación financiera donde, como siempre sucede, los ganadores fueron los Bancos y las grandes empresas privadas. Los sectores más representativos son el inmobiliario y el consumo, los dos relacionados con el crédito. Por una sencilla razón, pertenecer tiene sus privilegios. Ej.: las tasas de interés. Con la crisis en EEUU lo primero que cae es el crédito permanente y barato con el cual vivían estos países, a eso se sumó la imposibilidad de devaluar la moneda para resguardarse de los efectos de la crisis desatada por Leman Brother. La cuestión es que Grecia acumula déficit gemelo (fiscal y balanza comercial) y una deuda pública que supera los 300.000 millones de euros. La pregunta es ¿A dónde caen los que caen? Como siempre el coro de amigos por las causas nobles (FMI, Banco Mundial) prestó sus orejas, escucharon los lamentos y presentaron un paquete de ayuda financiera para el caído en desgracia. Dicho paquete es por unos 110 mil millones de euros, pero para eso deben cumplir ciertas “concesiones”. Ahora sí estamos listos para salir a la calle y tirar piedras, porque la ayuda será entregada sólo si Grecia hace los deberes. Los cuales son imposibles sin aplicar un ajuste de la santísima madre, que incluye: recortes salariales públicos y privados (especie de devaluación encubierta, porque lo primero que baja en una devaluación son los salarios. Si está bien administrada, cosa que no se sabe si es posible, hace más competitiva a la economía. De lo contrario es una simple y nada obsoleta forma de transferir recursos de los trabajadores a las empresas o el Estado), aumento en la edad de jubilación (en 2001, Patricia Bullrich por “recomendación” del FMI intentó aumentar la edad de jubilación de las mujeres de 60 a 65 años), incremento de impuestos, entre ellos el IVA, etc., etc., etc. Como entenderán, medidas que calman a los mercados pero que intranquilizan a la gente. De allí, los piedrazos y como siempre algún muerto. Sin embargo y según el diario La Nación, esta receta, harto conocida, no es del FMI. Al contrario, los muchachos están contentos por la “valentía” de Grecia pero, por las dudas, ya salieron a aclarar que ellos no tienen nada que ver, es más están sorprendidos.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante lo que sucede en Grecia? ¿Intentan salvar la cuna de la civilización occidental, suponen que Aristóteles o Platón se revuelcan en su tumba sabiendo los problemas que sufren sus compatriotas? Nada de eso, el motivo es mucho menos altruista de lo que parece. En realidad el problema surge con la posibilidad de que la crisis afecte a otras economías que llevan el mismo ritmo de vida, Ej.: España, Portugal, Irlanda, etc. Es decir, la burbuja de crecimiento sostenida por un elevado endeudamiento (estatal y privado) revienta. ¿Pero a quién le dejarían de pagar esos países en el caso de declarar una cesación de pagos? A Francia y Alemania. “En forma global, la exposición de los bancos europeos en Grecia es de 193.062 millones de dólares, en Portugal 240.498 millones de dólares y en España 832.288 millones de dólares” (Página 12 –Alfredo Zaiat – “Bancos sin mitos”). Los bancos más comprometidos son los de Francia, seguidos por los alemanes.
Ayer se reunieron todos los presidentes de la EURO zona para declarar que harán todo lo posible para evitar problemas mayores. En criollo: o hacemos algo o nos vamos todos al demonio. (La columna es del día sábado. Hoy, lunes 10 de mayo, se conoció la noticia de que los presidentes europeos crearon un fondo para sustentar a países en problemas. Las bolsas del mundo registraron ganancias impresionantes, pero los ciudadanos griegos deben seguir con el plan de ajuste. Para ellos nada cambió).
Para cerrar les paso una declaración de Ángela Merkel, canciller de Alemania, hablando de los bancos: “Primero faltaron a su deber al obligar a los Estados a lanzar operaciones de salvataje. Sumergieron al mundo en el abismo y tuvimos que lanzar planes de rescate. Por culpa de esos planes nos hemos endeudado. Y ahora especulan con esas deudas. Es realmente pérfido.” Creo que podemos catalogarla sin más como la frase del año. Sin embargo esconde algo importante: lo que se discute a piedrazos en Grecia, o en cualquier lugar del mundo donde el FMI y sus amigos meten la mano, es quién paga la cuenta. ¿Los bancos, empresas y organismos que se llenaron los bolsillos especulando o los ciudadanos?
Lectura recomendada: “El malestar en la globalización” de Joseph Stiglitz. Premio nobel de economía 2001. El libro es del año 2002 y relata las consecuencias de las políticas del FMI alrededor del mundo. Impresionante el capítulo sobre la crisis asiática de finales de los 90.
¡Ah, me olvidaba! Le deseamos a Martínez de Hoz una vida larga, muy larga...mínimo 170 años. Pero si le dan prisión domiciliaria, nuestro sentido humanitario nos recuerda una linda canción de Los Caballeros de la Quema "...un buen cáncer en los huevos para los Galtieri, para los Massera..."
Y para él también.

Pablo Llentilin

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